En Asia se dice que el bambú te acompaña desde tu cuna hasta tu tumba y en todas tus necesidades intermedias, pero en América los productos elaborados con este material todavía no nos resultan tan familiares.
Comida, cepillos de dientes, vajillas, sábanas, almohadas, ropa… todos estos artículos hechos de bambú y promocionados como alternativas eco-friendly parecen opciones demasiado buenas para ser ciertas, de ahí la pregunta:
- ¿El bambú es una elección 100% verde?
- Ventaja 1: Permite la regeneración del suelo y absorbe el CO2
- Ventaja 2: Es una alternativa sostenible
- Ventaja 3: Es una fuente de alimento y salud
- Ventaja 4: Es una planta que atrae la suerte
- Desventaja 1: Se considera una planta invasiva
- Desventaja 2: Puede contribuir a la deforestación
- Desventaja 3: Los procesos aplicados a los productos
- Desventaja 4: El bambú recorre grandes distancias
- Entonces, ¿el bambú es ecológico o no?
¿El bambú es una elección 100% verde?
Antes de contestar esta pregunta hay que considerar varios aspectos, empecemos por las ventajas.
Ventaja 1: Permite la regeneración del suelo y absorbe el CO2

La primera ventaja es que puede regenerar el suelo de cultivo, eliminando las toxinas existentes en él, por lo que se puede emplear en la agricultura regenerativa y alberga el potencial de cambiar los métodos de producción existentes
Además, puede reducir el efecto invernadero debido a que absorbe cinco veces más CO2 que un árbol, de similar tamaño y volumen, a la vez que produce un 35% más de oxígeno.
Ventaja 2: Es una alternativa sostenible

Es una planta fácil de cultivar, puede crecer hasta un metro al día sin necesidad de fertilizantes, herbicidas o pesticidas, lo que lo hace un recurso sostenible.
Puede sustituir infinidad de objetos hechos de madera, metal o plástico, como cucharas, espátulas, popotes para beber, cotonetes, muebles, andamios o utilizarse en la fabricación de carbón activado, ya que su capacidad absorbente lo convierte en un excelente filtro para purificar el agua del grifo.
Por su fibra, su flexibilidad y su resistencia se ha vuelto un material usado en la industria de la construcción para hacer vigas, techos, pisos de parquet y puentes, ya que desafía las cualidades del acero y la madera.
Respecto a la industria textil, cada vez es más común ver ropa, sábanas, toallas para la cocina y el baño, tollitas de limpieza facial, pañales de tela e insertos y absorbentes hechos de bambú, debido a lo suaves e hipoalergénicos que son.
Por si fuera poco, también ocupa un lugar en el mundo del arte, ya que muchos instrumentos musicales están hechos de este material, así como lápices y papel.
Si a esto le sumamos que se puede convertir en toallas desechables para la cocina, papel de baño e incluso pequeños palillos de dientes, debemos de estar de acuerdo en que es un material que podemos llevar a todos lados.
Ventaja 3: Es una fuente de alimento y salud
No sólo los pandas comen bambú, los corazones de bambú son una comida muy popular en Asia, donde se pueden adquirir en mercados callejeros y supermercados en su versión natural o en lata, en restaurantes o estanquillos o como suplementos alimenticios y de salud en la farmacias.
Por estas razones también se considera un superalimento que ayuda a la salud de los huesos y las articulaciones al mejorar la absorción de calcio; se le atribuye retrasar el envejecimiento.
Por cierto, si te preguntas cuál es el sabor del bambú, te lo contamos, es crujiente con un sabor muy suave, lo que lo hace bueno para encurtir o combinar con arroz, carne, ensaladas y/o sopas.
Ventaja 4: Es una planta que atrae la suerte

Aunque es complicado que plantes uno en tu patio o jardín, puedes tener uno pequeño en una maceta o un jarrón en tu casa u oficina, ya que se considera que atrae suerte, prosperidad y riqueza… sin mencionar que las posibilidades de que se te “muera”, son muy remotas.
Por cierto, si te interesa saber cómo puedes cultivar un bambú u otras plantas en espacios pequeños te puede ser útil aprender algunas técnicas, te invitamos a participar en el curso online de cultivos hidropónicos.
El bambú tiene muchos puntos positivos a su favor, pero la nota trata de determinar si es realmente ecológico o no por lo que continuamos con la sección de desventajas.
Desventaja 1: Se considera una planta invasiva
El bambú se considera una planta invasiva debido a la velocidad con la sus raíces ocupan la tierra y se propagan (una desventaja de lo fácil que resulta su cultivo), por lo que puede afectar ecosistemas enteros y dar paso a monocultivos que empobrecen el medioambiente al dañar la fauna y la flora originales.
Desventaja 2: Puede contribuir a la deforestación
Una producción muy grande de bambú contribuye a la deforestación de bosques nativos. En Asia varios bosques desaparecieron para dar espacio al monocultivo de bambú, resultando en el agotamiento del suelo y la erradicación de la biodiversidad.
Desventaja 3: Los procesos aplicados a los productos
Aunque el bambú es un producto natural, se vuelve no ecológico cuando se mezcla con productos químicos durante su proceso de transformación, como es el caso del parquet de bambú o algunos muebles en los que se pueden encontrar ácido acético, un producto corrosivo no amigable con el medio ambiente.
Otra situación es que debido a la demanda cada vez mayor, se está reduciendo la edad de su corte lo que hará que los productos sean de menor calidad al perder resistencia y flexibilidad. Desafortunadamente, esta práctica, cuyo objetivo es hacer que la producción sea cada vez más rentable, se está volviendo más común.
Desventaja 4: El bambú recorre grandes distancias
Otro impacto ecológico es la huella de carbono que se deriva de su transporte, aunque el bambú también crece en Latinoamérica y su peso es ligero, las emisiones de carbono que produce su traslado son cada vez mayores debido a su creciente demanda comercial.
Entonces, ¿el bambú es ecológico o no?
Al ser un producto biodegradable y sostenible el bambú es ecológico, ya que es una opción que puede reemplazar eficientemente los plásticos, metales, madera e incluso textiles que requieren diversos objetos de uso diario, disminuyendo el uso de materiales dañinos y la inversión que se requiere para que sean reciclados o su poca sostenibilidad.
Pero al igual que cualquier otro material, depender de él se puede volver dañino. El problema no es el bambú sino la producción desproporcionada en monocultivo, los procesos de fabricación y el traslado de los productos.
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